Con mucha desilusión leemos las etiquetas de las mayonesas procesadas que venden en el supermercado, tienen una tonelada de ingredientes que mi abuela jamás hubiera usado para preparar mayonesa (ni los hubiera podido pronunciar!).

Una opción Paleo para la mayonesa – que además es mucho más sabrosa – se remite a la receta tradicional de nuestras abuelas: huevo, aceite de oliva y una tonelada de paciencia.

Prepara:

2 huevos
1 cucharada de vinagre de manzana o de jugo de limón
1 cucharada de mostaza
1 a 1 1/4 tz de aceite de oliva (no uses el extra virgen, aceite de oliva convencional es mejor para esta receta)
sal y pimienta.

Pon en la licuadora los dos huevos, el vinagre y la mostaza, bátelos bien.
Y ahora sí, ármate de paciencia, prepara alguna canción que te puedas cantar a ti mismo un par de veces y mientras que la licuadora está alegremente batiendo agrega el aceite muy poco a poco.

Es indispensable que la agregues por goteo o que el aceite parezca un delgado hilo – si aquí tu paciencia falla, la mayonesa será un glorioso desastre.

Después de un par de minutos, la mezcla empezará a emulsionar, esto es lo que buscamos, lentamente agrega todo el aceite, hasta que quede con la consistencia de la mayonesa.

Detén la licuadora, agrega sal y pimienta y bate un poco más.

En este punto puedes decidir agregar otros ingredientes ya sea a todo o a una parte de la mayonesa. Puede ser paprika y chile en polvo para un toque picante; un poco de perejil y sal de ajo; o preparar un aioli licuando un par de dientes de ajo previamente blanqueados en agua hervida durante dos minutos.

No olvides guardarla en el refrigerador.