Siempre me ha intrigado la conexión que impera en nuestra sociedad entre la báscula y la ‘salud’, la ‘belleza’ u otros conceptos relacionados con la aceptación de uno mismo. Yo también hace tiempo tuve uno de esos episodios de subirme a la báscula todos los días para ver si iba por el camino adecuado – o de plano perdí ala guerra contra la báscula.
Me tomo mucho tiempo - y la adopción de un estilo de visa Paleo – para caer en la cuenta de la perversidad de la báscula, la poca o nula importancia de sus lecturas y el efecto psicológico que tiene sobre nosotros.
Es cuestión de empezar a ‘conectar los puntos’ para comprender que el concepto global de salud no gira entorno al peso, -el cual pierde total relevancia frente a conceptos como cuál es mi nivel de energía durante el día, qué tal estoy durmiendo, cómo está mi salud digestiva…
Por esto es que aquí van algunas razones para tirar la básucula a la basura:
El peso corporal fluctúa enormemente durante el día – basta comer, beber, ir al baño, no dormir bien para que diferencias de dos o hasta cinco kilos se presenten en un mismo día (y eso sin contar la ropa, por que ya entrados en obsesiones, supongo que todos se pesan desnudos). Estas fluctuaciones no tienen nada que ver con la cantidad de grasa corporal. Pesarte todos los días no te dice nada de la tendencia a largo plazo y únicamente sirve para reforzar sus otras desventajas.
La lectura de la báscula no dice mucho sobre si vas en el camino apropiado para ser saludable. ¿Quieres estar flaco? Te podemos hacer flaco!: corta tu consumo de calorías a la mitad y pasa dos horas en el gimnasio todos los días haciendo ‘cardio’ de baja intensidad. Eso te va a hacer flaco… por un mes más o menos. Hasta que tu cuerpo luche contra este comportamiento poco sostenible, se agote tu fuerza de voluntad y regreses a tu peso original, o más! – pero bueno, por algunas semanas fuiste flaco! Pero, eso no dice nada de si estuviste sano.
Subir o bajar unos kilos no necesariamente lleva en un camino saludable, tu peso no dice nada sobre tu relación con la comida, equilibrio hormonal, situación inflamatoria – y estos son factores que impactan tu salud de una forma más profunda, y es por eso que…
Si nos enfocamos demasiado en un número en la báscula, perderemos de vista lo importante: Estas durmiendo mejor, tienes más energía, estás de mejor humor, tus antojos han disminuido, te recuperas rápido después de hacer ejercicio. ¿Y todas estas ganancias no son importantes por que no estás a gusto con un número? Las verdaderas ganancias no se ven reflejadas como un número en la báscula. Nunca he visto a alguien que se suba a la báscula y diga “¡tengo que dormir más!”
Y te hace pensar que todo va directamente ligado a la comida. Este es el punto más importante y por el cual es necesario romper con la báscula, no puedes permitir que un número (por idealizado que fuera) dicte tu valor, tu auto-estima. Sin embargo esto es lo que le sucede a mucha gente, es trágico que tengas un buen o mal día dependiendo de lo que dijo la báscula. Entre antes entierres la idea de que la báscula es la medida del éxito, más feliz y más sano serás.
Y bueno, no la tienes que tirar a la basura forzosamente, la puedes donar a un consultorio o veterinaria, regalar, utilizar para algo productivo en la oficina….
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